Una Junta de Vecinos es una organización sectorial de una demarcación territorial, que se encarga de contribuir al mejoramiento de las condiciones de vida de esa comunidad, la buena marcha de los servicios, la preservación de la convivencia en la unidad vecinal, en coordinación con las demás instituciones públicas y privadas, en condiciones de alcanzar sus objetivos comunes, sin tomar en cuenta ideología, credo, posición económica, ni estado civil o militar. Es autónoma, mediadora en los conflictos de su perímetro. Trabaja unida en defensa de sus intereses comunes y en la solución de los problemas que le afecta, consciente del municipio que se quiere con una visión moderna del desarrollo, basado en la participación y la descentralización. Eso lo dice el librito de Reglamentos de Juntas de Vecinos del Distrito Nacional.
Lo ideal en una comunidad es que todos se sientan comprometidos a trabajar, aunque no formen parte de la directiva. Es velar por todo lo que suceda. Hay personas que son apáticas y no participan porque no tienen tiempo. ¿Y quién tiene tiempo?, pero resulta que para lo único que no debemos tener tiempo es para enfermarse o morir. Una urbanización virgen hay que organizarla inmediatamente haya varias familias, porque luego todo se va de la mano. Hay padres o familias que no tienen tiempo ni siquiera para supervisar a sus hijos mucho menos supervisar la comunidad donde viven y lo peor de todo es que al final el daño es grandísimo. Aprendamos a sensibilizarnos por lo que sucede a nuestro alrededor, cuidar del ambiente, la naturaleza, la higiene, economizar el agua, la luz, orientar a los niños y jóvenes que se formarán dentro del sector para que no se descarrilen (qué fea es esa palabra). Debemos ser guardianes de lo que nos pertenece, no podemos vivir robotizados. Vamos a convivir en un ambiente donde nuestros hijos, sobrinos y nietos vivan en armonía, velando para que crezcan física, mental y emocionalmente sanos, que amen sus costumbres y tradiciones y que donde vivamos sea un reflejo de los aportes que hemos brindado, para que luego no nos lamentemos de haber formado en esta sociedad resentidos sociales o analfabetos emocionales. ¡Amén!
Ver enlace anexo http://www.listin.com.do/la-vida/2011/8/16/199939/Junta-de-vecinos
Lo ideal en una comunidad es que todos se sientan comprometidos a trabajar, aunque no formen parte de la directiva. Es velar por todo lo que suceda. Hay personas que son apáticas y no participan porque no tienen tiempo. ¿Y quién tiene tiempo?, pero resulta que para lo único que no debemos tener tiempo es para enfermarse o morir. Una urbanización virgen hay que organizarla inmediatamente haya varias familias, porque luego todo se va de la mano. Hay padres o familias que no tienen tiempo ni siquiera para supervisar a sus hijos mucho menos supervisar la comunidad donde viven y lo peor de todo es que al final el daño es grandísimo. Aprendamos a sensibilizarnos por lo que sucede a nuestro alrededor, cuidar del ambiente, la naturaleza, la higiene, economizar el agua, la luz, orientar a los niños y jóvenes que se formarán dentro del sector para que no se descarrilen (qué fea es esa palabra). Debemos ser guardianes de lo que nos pertenece, no podemos vivir robotizados. Vamos a convivir en un ambiente donde nuestros hijos, sobrinos y nietos vivan en armonía, velando para que crezcan física, mental y emocionalmente sanos, que amen sus costumbres y tradiciones y que donde vivamos sea un reflejo de los aportes que hemos brindado, para que luego no nos lamentemos de haber formado en esta sociedad resentidos sociales o analfabetos emocionales. ¡Amén!
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